martes, 25 de agosto de 2009

Encuentros en Montánchez 2009

Vaya escándalo de verano. Entre el traslado a mi casa nueva, los viajes y las responsabilidades, uno reparte el poco tiempo que le queda en leer menos de lo deseara.
De nuevo estoy en mi pueblo porque mañana comienza la IV edición de los "Encuentros en Montánchez. Diálogo de Culturas"; ya cuatro años de aquel proyecto hecho realidad, un sueño que todavía me parece mentira. En este 2009 vamos a contar en la coordinación con Marce Solís, una de las personas que me propuso directamente en el año 2006 junto con la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura la brillante idea de realizar un festival en verano sobre las diferentes culturas en el centro de la región. Luego la idea se materializó y se buscaron ayudas, personales e institucionales. Estoy ya muy cansado de repetir que la idea surgió de nosotros, de los montanchegos, y de nadie más.
Se ha abierto este año una página web con información diaria del festival ya que las llamadas y las visitas felizmente cada año son más numerosas. Las personas interesadas podrán encontrar ahí el programa y otras informaciones. Este Diálogo montanchego que abraza danza, música, teatro, arte, literatura, cine, fotografía y gastronomía de las culturas judía, árabe y cristiana está a punto de abrir de nuevo sus puertas. Sed todos bienvenidos.

domingo, 23 de agosto de 2009

Dragó y las Tierras Altas sorianas

Toda la semana llevamos paseando Emma y yo (ella con más paciencia que el santo Job) por varios pueblos sorianos. Nunca me cansa caminar por esta zona tan rica y miscelánea. A Emma le sigue sorprendiendo cuando le pido que me lleve por pueblos pequeñitos, olvidados, abandonados muchos de ellos totalmente hace años: Yanguas, Ruedas de Enciso, San Pedro Manrique, Aldealcardo,... Las ruinas me sobrecogen.
En nuestra ruta por Tierras Altas paramos ayer sábado en Castilfrío de la Sierra para visitar a mi querido Fernando Sánchez Dragó, amistad larga y duradera desde que en el año 2000 pasó en Montánchez una semana. Su casa es enorme, verdaderamente bonita, con mucha luz y miles de libros. Charlamos largamente y nos enseñó cual visita turística todas y cada una de las estancias. Naoko, más guapa y joven que nunca, tuvo la mejor de sus sonrisas. Allí en casa estaban su famoso ataúd, su gimnasio y dos gatitos, familia directa del difunto Soseki. Fernando lo pasó mal y sigue emocionándose cuando nos cuenta con detalle la muerte de este gato tan especial; lo enterró junto al olivo que está plantado a la entrada de su casa. Está a puntito de publicar Soseki, inmortal y tigre en Planeta, donde este gato extraordinario, mágico y aventurero viaja por los pueblos de las Tierras Altas de Soria en busca de un hogar.
Volvimos a calzarnos las chanclas y nos despedimos con cuatro grandes abrazos. Nunca dejo de aprender a su lado, sobre todo en generosidad. Gracias por remarcar con afecto el camino del corazón.